(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 21 de Junio de 2007)
La incorporación de las nuevas técnicas
de imagen al estudio funcional del cerebro ha permitido definir y
localizar alteraciones concretas en los sujetos con esquizofrenia,
durante determinados procesos del pensamiento. En su editorial R.
Freedman.
Neuronal dysfunction and schizophrenia symptoms.
Am.J.Psychiatry 164 (3):385-390, 2007; analizan diversos
estudios recientes donde se evalua y discrimina con diversas pruebas de
imagen la función cerebral de los sujetos con esquizofrenia. Tosdos
estos estudios vienen a poner de manifiesto cierta hipoactividad en la
región talámica reticular.
Uno de los aspectos clave en el proceso
mental de la esquizofrenia es la imposibilidad que tienen estos
pacientes para discriminar los estímulos importantes de los que no lo
son, en consecuencia no pueden pasar a un segundo plano los elementos
distractores, con la consiguiente imposibilidad para mantener la
atención. Diversos estudios de resonancia magnética funcional han
mostrado que tras programar un estímulo concreto no se produce un
aumento del flujo sanguíneo frontal en respuesta al estímulo y
activación de los ganglios basales; sin embargo, los estímulos
distractores sobreactivan el flujo sanguíneo en el lóbulo parietal
inferior.
En sujetos sanos existe una actividad regular y cíclica (detectada como
cambios periódicos en el flujo sanguíneo cerebral en estas áreas) entre las
áreas parietal, frontal y corteza del parahipocampo. En los sujetos
esquizofrénicos la actividad entre estas áreas esta incrementada y es
irregular, este hallazgo se relaciona con la existencia de síntomas
positivos.
Estos y otros tantos estudios confirman que el defecto inicial en la
esquizofrenia consiste en la dificultad de estos sujetos para procesar
estímulos en el mas básico nivel.
Dr. José Uberos Fernández
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